A veces camino por una calle oscura, se que no tiene final y estoy resignada, no puedo aguantar, el silencio tortura, pero el dolor es mi único fiel aliado. Tras esa rajada y podrida carcasa dura, tras esos ojos que solo están tatuados, el miedo en el hueco con fondo retumba, amarrando el ultimo aliento atrapado.
Por que habré fabricado mi propia tumba, no estoy muerta y debería estarlo, un pequeño esbozo, que en la penumbra agarra mi cuerpo y se deviste a dejarlo. Grito por una luz que apenas alumbra, lloro por todas las cosas que he olvidado, pues quizás se desprenda mi inútil locura y con aguardada agonía sea enterrada. Por favor no mandes mis recuerdos al pasado, no me destruyas cuando me obligaste a quererte, quizás de manera rancia me hallas cristalizado y tus lágrimas punzantes sean frías pero existentes...