lunes, 27 de abril de 2009


Recorrió mis ojos con su frescura,


cargada de dolor intenso,


acompañada con un brillo particular.


Era muy pequeña en su comienzo,


con el paso del tiempo era notable su grandeza.


Continuo por mi mejilla,


dejando marcas en su trayecto,


despidiendo una tristeza única.


Mojó mis labios,


era fría por su demora hasta allí,


quiso continuar y no detenerse


,sabia que era lo mejor,


pues si moría en mi...


quedaría secuelas de aquello que tanto costaba superar.


Cuando llego al final de mi rostro,


le costaba desprenderse,


pero debía irse lejos de mi,


y así fue...


Al caer, el sol ayudo a secarle toda su tristeza


y borrarle el dolor que la consumía.


Su camino desapareció...


Y desde ese entonces,


nunca mas derrame una sola lágrima mas


que cargue con tanto dolor y tristeza provocada por ti.